Todo comenzó hará casi un par de años cuando L me dijo que le habían detectado un mioma, no muy grande y, en principio, no muy peligroso, pero un mioma al fin y al cabo. Le pregunté que consecuencias podía tener (no se los demás pero yo en eso no estoy muy puesto) y me respondió, un poco triste obviamente, que de momento ninguna salvo que podria dar problemas a la hora de concebir.
Sin pensarlo mucho decidimos ponernos a ello (generalmente cuando diga decidimos es muy probable que quiera decir L decidió). Sobre eso no os voy a dar detalles. El caso es que L llevaba años tomando la pildora y nos dijeron que podriamos tardar algunos meses. Bueno pues la noche que España ganó el Mundial, ¡Qué gran noche!, acertamos, como supongo que muchos de mis compatriotas, y yo, como buen macho ibérico, fardaba de soldaditos (ya se que hacen falta mas elementos, pero yo pensaba que habia cumplido con mi parte).
Todo era alegría, celebraciones con unos y con otros, con la familia... y todo a pesar de que nos advirtieron de que los tres primeros meses son importantes y delicados. Pues el que lo dijo tenía toda la razón. L perdió el bebé o lo poquito que se había formado de él o ella.
No nos desanimamos y seguimos con el proyecto, a pesar de que el "bultito" seguía creciendo. Despúes de seis o siete meses de intentos fallidos, la ginecóloga nos recomendó extirpar el mioma y esperar entre nueve meses y un año. Supongo que para L, como para cualquier mujer que quiera quedarse embarazada, tuvo que ser un golpe muy duro, pero lo aguantó con tal entereza que parecía que el macho ibérico era ella, es más la trasladaron seis meses a Sao Paulo y se fue al mes de la operación...
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