domingo, 4 de marzo de 2012

semanas 17-20

Ya estamos a mitad de camino, esto va más rápido de lo que parecía, al menos para mi gusto. El embarazo debería durar tres o cuatro años, ¿No? para que nos hagamos a la idea.

L comienza a notar las primeras patadas, pero yo no. Eso la disgusta un poquito, lo justo, un 4 en la escala de enfados. Yo entiendo que ella lo note, a ver lo tiene dentro, pero por mucho que yo apoye mis manos en la barriga durante tres cuartos de hora en posiciones que hacen que te hormiguee todo el cuerpo, ella no entiende que yo aún no perciba nada. Que no se os pase por la cabeza decir que sí lo notáis cuando no es verdad: lo sabrá y el enfado subirá hasta el ocho en la escala.

Empezamos a pensar en el futuro, bueno yo empiezo a pensar, en los gastos, en que la situación está fastidiada en el trabajo (por cierto tengo un estudio de diseño grafico, asi que si alguien lo necesita, que no dude en ponerse en contacto conmigo. Es mi blog y puedo hacerme publicidad). Ella también piensa en el futuro.

Nos vamos de compras porque ya empiezan a quedarle pequeñas las camisetas y camisas pre-embarazo. Lo único que tiene de bueno es ver su cara al acariciarse la barriga con su nuevo estilo, le gusta como le queda la barriga y quiere lucirla. De nuevo contradicción respecto a la forma de pensar de los tíos.

Hasta necesita un cinturón de seguridad especial para el coche. Yo cuando cojo peso tiro del cinturón hasta que queda holgado y voy cómodo. Menos mal que en estas situciones la gente se vuelve generosa, parece navidad. Todos los ex-embarazados qiueren darte cosas que ya no usan. Empiezo a pensar que lo hacen para librarse de los trastos, pero a mi me vienen genial.

Y además hay cosas que alegran el día y no cuestan dinero, como las ecografías. Nos hacen la de las 20 semanas y vuelve a ser brutal. Es una pasada ver la columna o cómo se chupa el dedo. Nos confirman el sexo: varón. Y ya tenemos nombre, al fin. A partir de este momento empezaréis a conocer a Íñigo, al que por fin empiezo a notar, para alegría de L. Y no , no me lo invento.

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